En los últimos años, la escasez de medicamentos para el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) o ADHD (en inglés) ha creado una verdadera crisis de salud tanto en Puerto Rico como en Estados Unidos. Muchas personas, desde adultos, niños y familias enteras, enfrentan grandes dificultades para acceder al tratamiento que necesitan para llevar una vida funcional y equilibrada.
Aunque la situación comenzó a agudizarse durante la pandemia, hoy sigue siendo una preocupación activa, y no parece resolverse a corto plazo. La falta del suplido del medicamento se ha convertido en un verdadero dolor de cabeza para los pacientes, familiares e incluyéndonos a nosotros los médicos los cuales nos mantenemos activamente facilitando y ajustando la medicación de acuerdo al suplido.
Actualmente, los pacientes se encuentran en una “machina” visitando desde 2 a 10 farmacias en un día para conseguir los medicamentos, otros han salido de la periferia de su distrito a otros pueblos lejanos de la Isla para explorar la disponibilidad del medicamento.
Principales efectos: Impacto en pacientes y familias
La falta de acceso a medicamentos como Adderall, Vyvanse, Focalin y Ritalin está afectando múltiples aspectos de la vida de los pacientes:
- Rendimiento escolar y laboral: Muchas personas reportan un aumento en las distracciones, dificultad para concentrarse y menor productividad.
- Salud mental: La ansiedad, la frustración y los episodios depresivos tienden a incrementarse cuando el tratamiento se interrumpe.
- Relaciones personales: Las familias y círculos cercanos también sienten la carga emocional y práctica de esta situación, ya que el ADHD no tratado puede causar tensiones en la convivencia diaria.
- Estigmatización: Además, esta crisis ha amplificado ciertos estigmas. Todavía existe una percepción errónea de que las personas con ADHD “exageran” sus síntomas o solo buscan medicación para mejorar su rendimiento. Esta falta de comprensión social hace que muchos pacientes se sientan juzgados, culpables o incomprendidos cuando expresan su frustración por no tener acceso a su tratamiento, lo que añade una capa extra de estrés emocional.
Factores que contribuyen a la escasez
Esta crisis tiene múltiples causas:
- Aumento en diagnósticos: La conciencia sobre el ADHD ha crecido y, con ella, la cantidad de personas diagnosticadas y medicadas.
- Problemas de producción: Fábricas han enfrentado interrupciones por falta de materias primas y otros desafíos logísticos.
- Regulaciones estrictas: La DEA establece límites anuales sobre la producción de medicamentos controlados, lo que ha generado cuellos de botella.
- Distribución desigual: En Puerto Rico, la dependencia de importaciones y las dificultades logísticas hacen que la situación sea aún más grave que en muchos estados de USA.
Soluciones y consejos prácticos para pacientes
Aunque la situación es compleja, hay algunas estrategias que pueden ayudar:
- Comunícate proactivamente con tu médico: Pregunta sobre alternativas temporales o cambios de dosis que puedan funcionar mientras llega tu medicamento habitual.
- Mantente en contacto con varias farmacias: Algunas personas han tenido éxito llamando a farmacias fuera de su área inmediata.
- Explora apoyos no farmacológicos: Técnicas como la terapia cognitivo-conductual, la meditación guiada y estrategias organizativas pueden complementar el tratamiento y las técnicas de Pomodoro. No descuides tus citas con tus psicologas/os.
- No ajustes tu tratamiento sin supervisión: Es crucial evitar dividir dosis o suspender el tratamiento abruptamente por cuenta propia.
Visibilizar para transformar
La crisis actual es un recordatorio urgente de lo vulnerables que pueden ser los sistemas de salud frente a problemas estructurales y regulatorios. Visibilizar esta realidad en redes sociales, en comunidades educativas y en espacios de debate público es un paso clave para exigir mejores soluciones y políticas más efectivas. Además, es fundamental seguir educando a la población para derribar los estigmas que rodean el ADHD y la salud mental en general. Detrás de cada medicamento hay una persona intentando alcanzar su mejor versión, y es nuestra responsabilidad colectiva no dejarlas atrás. El ADHD es real y cada persona lo manifiesta de formas distinta, seamos empáticos y facilitadores pues estos últimos años no ha sido fácil.
Nota: este artículo no representa una relación médico paciente, de tener una emergencia psiquiátrica o emocional, llame al 9-1-1 o 9-8-8 o visita la sala de emergencias más cercana.
Wilnelya Morales Rosado, MD
Médico Psiquiatra