Imagina que sientes una molestia en el pecho. En lugar de pensar “quizá fue lo que me comí”, tu mente salta directamente a “¿y si es un infarto? y ¿si me estoy muriendo?”. Buscas en Google, revisas tus síntomas una y otra vez, vas a recurrentemente a la sala de emergencias, pero los exámenes salen normales. Aun así, la preocupación no se va. Llamas a tu médico primario con desespero solicitando citas constantes. Si esto te suena familiar, puede que estés lidiando con lo que llamamos Ansiedad de Enfermedad o Trastorno de Ansiedad por Enfermedad. Antes conocido como Hipocondria o Hipocondriasis.
¿Qué es la Ansiedad de Enfermedad?
Es un trastorno en el que la persona vive con un miedo persistente a tener una enfermedad grave, aunque no tenga síntomas graves o los estudios médicos no confirmen ningún diagnóstico. No se trata de inventar síntomas, sino de una preocupación real que genera mucho malestar, tanto emocional como físico.
¿Cómo se manifiesta?
- Visitas médicas frecuentes, sin encontrar una causa clara.
- Revisarse el cuerpo constantemente (pulsaciones, lunares, presión arterial…).
- Buscar excesiva información médica en internet.
- Sentir alivio temporal tras recibir un resultado normal, pero poco después volver a preocuparse.
- Evitar hospitales o temas de salud por miedo a encontrar algo “malo”.
¿De dónde viene este miedo?
La raíz suele ser más profunda que un simple susto. A veces hay antecedentes familiares de enfermedades graves, experiencias médicas difíciles, ansiedad generalizada o incluso duelos no resueltos. El cuerpo se convierte en el campo de batalla donde se manifiestan esas emociones.
¿Tiene tratamiento?
Sí. Y la buena noticia es que mejora mucho con ayuda profesional. El enfoque incluye:
- Psicoterapia (especialmente terapia cognitivo-conductual [CBT]): ayuda a identificar pensamientos distorsionados y a manejarlos con técnicas prácticas.
- Medicación, en algunos casos: los antidepresivos pueden reducir la ansiedad general que alimenta estos temores.
- Educación psicoemocional: entender qué está pasando en el cuerpo ayuda a recuperar la calma.
- Estrategias de autocuidado: aprender a escuchar el cuerpo sin alarmarse.
Vivir en alerta constante, con el cuerpo como enemigo, es agotador. Pero se puede recuperar la paz. Si te identificas con esto o conoces a alguien que lo vive, busca ayuda, hay tratamiento y esperanza. Tu salud mental también merece atención, aunque no salga en una placa o análisis de sangre, la angustia causada por la Ansiedad de Enfermedad puede ser debilitante e incapacitadora, no dudes en buscar ayuda con un psicólogo/a o psiquiatra.
Nota: este artículo no representa una relación médico paciente, de tener una emergencia psiquiátrica o emocional, llame al 9-1-1 o 9-8-8 o visita la sala de emergencias más cercana.
Wilnelya Morales Rosado, MD
Médico Psiquiatra